La derrota ante Novak Djokovic en la final de Wimbledon 2019 luego de tener dos puntos de partido, seguramente sea de las más duras para Roger Federer en una carrera llena de buenos momentos. El impacto, que inclusó fue confesado por el propio tenista, no bloqueó la oportunidad de sorprender a su entrenador Severin Luthi, tal como lo expresó en una declaración que reproduce Punto de Break .
Gesto de un gran campeón.
“Aproximadamente tres horas después de caer en la final de Wimbledon 2019 ante Djokovic, fuimos a la casa alquilada de Roger. Había aproximadamente unas 30 personas reunidas y jamás supe que después de perder un partido tan importante como ese, tuviera la gran habilidad para mirar hacia adelante con una actitud muy positiva”