En los últimos días el nombre de Iga Swiatek se está escuchando más por sus últimos comportamientos en pista que por su rendimiento dentro de ella. A pesar de haber mostrado un gran tenis estas dos últimas semanas en Indian Wells, la número dos del mundo sucumbió ante Mirra Andreeva en las semifinales del torneo californiano. La joven, entrenada por Conchita Martínez, mostró un excelso nivel ante la polaca, que se frustró al ver como era incapaz de hacer daño a la rusa.
Su frustración llegó a tal punto que estuvo a punto de reaccionar de forma brusca con uno de los recogepelotas. El joven le entregó una pelota y, en un momento de ira comprensible dentro del contexto del partido, Swiatek la golpeó contra el suelo, pasando peligrosamente cerca del chico. Esta acción ha causado controversia en Internet y la campeona de cinco Grand Slams ha salido a defenderse con un extenso y reflexivo comunicado publicado en sus redes sociales.
He notado que recientemente se ha hablado mucho sobre posibles cambios en mi comportamiento en la pista y en mis emociones. A pesar de que no me siento cómoda dando explicaciones, considero importante compartir mi punto de vista para poner fin a las especulaciones y teorías infundadas. En referencia al incidente ocurrido en mi último partido, debo admitir que expresé mi frustración de una manera de la que no me siento orgullosa. Quiero aclarar que mi intención nunca fue apuntar la pelota a nadie, sino simplemente liberar mi frustración haciéndola rebotar en el suelo. En cuanto sucedió, me disculpé inmediatamente con el recogepelotas, estableciendo contacto visual con él y expresando mi pesar por lo ocurrido cerca de él. Es importante mencionar que he visto a muchos jugadores botar pelotas en señal de frustración, y sinceramente no esperaba un juicio tan severo. Por lo general, suelo controlar esos impulsos, por lo que puedo decir medio en broma que me falta experiencia en este tipo de situaciones y que juzgué mal mi puntería en el calor del momento», concluyó Swiatek.
«La segunda mitad del año fue extremadamente dificil para mí»
No obstante, quiero abordar un tema delicado, el cual es su caso de dopaje positivo a finales de 2024 y su consiguiente sanción por unas semanas. «El último semestre del año pasado fue extremadamente complicado para mí, principalmente debido al positivo en el control antidopaje y a circunstancias completamente ajenas a mi control que me privaron de la oportunidad de competir en los eventos deportivos más importantes al final de la temporada. Esto me obligó a reevaluar ciertos aspectos de mi vida. En el Abierto de Australia, luego de años de actuaciones mediocres, jugué sin expectativas, enfocado únicamente en mi trabajo, aceptando que el torneo podría no desarrollarse como deseaba a pesar de mi dedicación. Gracias a esta mentalidad, logré un rendimiento excepcional y estuve a punto de llegar a la final».
En su comunicado, el punto destacado es la constante evolución del circuito femenino y la dificultad de adaptación a las circunstancias y a la presión de cumplir con las expectativas. Se menciona que siempre se enfrenta a nuevos desafíos, ya que las circunstancias cambian, las experiencias evolucionan, y tanto ella como sus adversarios también evolucionan, lo que hace necesario adaptarse constantemente. Se reconoce que este proceso nunca es sencillo y en el presente es aún más complicado. Se enfatiza que en el deporte no hay lugar para robots, y que a pesar de haber tenido temporadas exitosas, nada se logra sin esfuerzo. Además, se subraya que no hay garantías de que los resultados siempre serán favorables o estarán bajo control. Se finaliza con una reflexión sobre la complejidad de la vida y el deporte, admitiendo que a veces hasta ella misma puede olvidarlo.
«Ahora que soy más expresiva de repente me tachan de inmadura o histérica»
Y terminó su carta por donde la empezó, con su gesto con el recogepelotas en Indian Wells y por las críticas que ha recibido por dicho comportamiento. Y la polaca aprovechó para defenderse: «Cuando estoy muy concentrada y no muestro muchas emociones en la pista, me llaman robot, tachan mi actitud de inhumana. Ahora que soy más expresiva, muestro sentimientos o lucho internamente, de repente me tachan de inmadura o histérica. No es una norma sana, sobre todo si tenemos en cuenta que hace sólo seis meses sentía que mi carrera pendía de un hilo, me pasaba tres semanas llorando a diario y no quería pisar la cancha. Hoy, después de todo lo que he pasado, todavía estoy procesando y asimilando esas experiencias».
¿Realmente cambiará algo si comparto esto? Probablemente no, ya que es evidente cuánto nos gusta juzgar, teorizar y tratar de imponer nuestras opiniones a los demás. Sin embargo, quizás algunas personas que realmente estén interesadas en comprender lo que estoy experimentando puedan hacerlo. En cualquier caso, los estándares externos no son definitivamente los míos y rechazo que mi equipo y yo seamos encajonados en expectativas ajenas», afirmó Swiatek, quien actualmente está recibiendo críticas no solo por su juego irregular al comienzo de este año, sino también por su comportamiento en la pista.